Ser capaz de amar
Ser capaz de ver la plenitud y la perfección del alma en todos y cada uno de los seres humanos es el primer requisito previo para trabajar terapéuticamente con las personas.
Amar es ser capaz de reconocer el alma.
Ver esa plenitud y perfección, incluso si no es algo obvio en el momento, significa ser capaz de amar a esa persona. La gente no puede desarrollar aquello el lo que nosotros no confiamos que pueda hacerlo. Sin importar a quién tengamos delante – ya sea que le huelan los pies, o que pese 180 kilos o que sea un asesino – nuestra labor es ver y reconocer la belleza y potencial de su alma y no bloquear el tratamiento a causa de nuestro propio juicio interior.
La “visión esférica” es la herramienta más esencial para lograr un estado de neutralidad.